lunes, 4 de marzo de 2013

Equipo médico anunció que consiguió curar a una bebé con virus de inmunodeficiencia humana


Equipo médico anunció que consiguió curar a una bebé con virus de inmunodeficiencia humana

Equipo médico anunció que consiguió curar a una bebé con virus de inmunodeficiencia humana<br>
Fecha 04/03/2013 05:50:00 p.m.La hija de una campesina de Estados Unidos ha revolucionado la 20ª Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades oportunistas (CROI) de Atlanta: la pequeña, que ahora tiene dos años y medio, nació con el VIH transmitido por su madre y lleva 12 meses sin medicarse y, más importante, sin muestras viables del virus. Si se confirmara el caso, sería el segundo de una persona que elimina el virus. El primero fue Timothy Brown, pero este fue una situación muy especial: el virus fue eliminado junto a su médula, donde el patógeno se oculta, con una quimioterapia.

El caso ha sido presentado este lunes por Deborah Persaud, de la universidad Johns Hopkins de Baltimore, y recibido con estupor y prudencia por los especialistas que asisten a la conferencia. Porque todo en la situación y su evolución es excepcional. Los resultados han llegado por un cúmulo de circunstancias casuales, no por medio de un ensayo clínico, pero sus posibles consecuencias en la lucha contra el sida pediátrico (la enfermedad que surge en niños cuando el VIH se asienta y debilita su sistema inmunitario) son impredecibles.

La transmisión del VIH de madre a hijo está casi erradicada en los países ricos. En España, por ejemplo, solo hubo ocho casos en 2011, último año del que el Plan Nacional sobre Sida, ya prácticamente desaparecido, ha dado datos. Las pruebas a las que se someten las embarazadas normalmente permiten saber si la madre tiene el VIH, y, por tanto, si se lo puede pasar al bebé. Una terapia combinada aplicada a la madre antes del parto con un refuerzo al recién nacido es suficiente en la mayoría de los casos para evitar que el niño se infecte. Pero en este caso eso no sucedió. La madre, de la que no se han dado datos aparte de que procede de un entorno rural, llegó al hospital de Misisipi con 35 semanas de gestación, y no sabía que tenía el VIH. Esta situación se detectó en ella y el recién nacido en el momento del parto. El resultado fue positivo para ambos.

Cuando esto ocurre, lo normal es esperar antes de plantearse medicar al niño. Esto se debe a que el sistema inmune de los recién nacidos es inmaduro: gran parte de sus defensas son heredadas de su madre, y en ese tiempo el bebé va creando sus propios anticuerpos. Tampoco hay preparados pediátricos adecuados. Pero, en este caso, la niña fue trasladada al hospital de la Universidad de Misisipi, donde, a la espera de que llegaran los resultados de los análisis a su madre, los médicos decidieron adelantar el tratamiento habitual. A las 30 horas de nacer ya le dieron una de las combinaciones de fármacos que se conocen bien porque son las que se usan en niños de países pobres, donde todavía nacen alrededor de 350.000 niños con VIH cada año, según datos de Onusida: los antivirales Nevirapina, AZT y 3TC.

No es habitual que este tratamiento tan agresivo se dé tan pronto, y no están claros los motivos. La pediatra que atendió a la niña, Hannah Gay, ha explicado que ella no sigue esa pauta, y que es partidaria de dar tratamiento antiviral desde el principio. Persaud ha dicho en la explicación que ha dado que los datos confirmaron que la niña tenía una elevada concentración de virus, por lo que esta medicación, en vez de discontinuarse, como es lo frecuente, se mantuvo.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU (NIAID en inglés), cree que esta actitud es lógica, teniendo en cuenta los descubrimientos sobre la llamada terapia posexposicional, que aboga por dar tratamiento inmediato a las personas que han estado en contacto con el VIH para evitar que este encuentre refugio en las células del infectado y se instale.

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